jueves, 20 de noviembre de 2014

Lectura feminista de la crisis y del austericidio (II)

A estas diferencias hay que sumar su desigual aceso a los recursos como el crédito o en otros ámbitos la tierra, pero también a los espacios de poder y de toma de decisiones, sobre todo en el ámbito financiero, que es uno de los que concentra más poder y, curiosamente, es uno de los ámbitosprofesionales más masculinizados.  Esto es especialmente grave en el contexto institucional europeo sobre todo a raíz del Tratado de Maastricht en 1992, porque es en esas instancias donde se están tomando decisiones políticas que afectan a todas y a todos y que sin embargo, escapan del poder democrático.
  En definitiva, si estamos en situación diferenciada, es normal que hayamos participado de manera diferente en la generación de la crisis. Al no estar en los espacios de toma de decisión en los financieros, y que suframos de manera desigual el impacto de esta crisis.
    Me gustaría hacer un inciso. se ha discutido mucho en ciertos ámbitos dentro del feminismo sobre la conveniencia de llamar a lo que nos está ocurriendo crisis en tanto en cuanto, las mujeres estábamos ya en crisis, sobre todo en lo que se conoce como crisis de los cuidados.
  Coincidiendo en que la crisis está ya enferma y le están poniendo un tratamiento equivocado, y que por tanto, es legítimo también desde una perspectiva feminista, hablar de crisis económica, sobre todo a raíz del cambio de políticas para combatir la crisis en la primavera del 2010, cuando viramos a lo que se ha dado a conocer como políticas de austeridad. Aunque en realidad se trate de políticas de recortes y de reformas ya que se está recortando de forma selectiva. Sin embargo, estamos frente a las conocidas políticas deflacionistas, las políticas neoliberales de antes, pero a las que le hemos añadido la cantinela moral de que hay que ser austeros. Porque eso más o menos lo entiende: no podemos gastar por encima de nuestras posibilidades. Lo que supone la justificación moral y políticamente perfecta para hacer los recortes y las reformas.
  Sin que ello suponga que nos están sacando o nos han sacado de la crisis, ya que nunca, salvo excepciones de países muy pequeños y normalmente con devaluaciones de la moneda y con pactos precisamente de caracter nacional con los sindicatos, se ha salido de una crisis de estas características con políticas de austeridad. Lo que se está haciendo es realmente un pulso en el que se nos está "desempoderando", se nos está empobreciendo y desmontando la todavía débil democracia que teníamos. Porque cada vez tenemos muchas menos posibilidades y herramientas para un control democrático sobre lo que nos ocurre.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Lectura feminista de la crisis y del austericidio (I)

  
Si las mujeres están en una situación diferenciada, es normal que hayan participado de manera diferente en la generación de la crisis. Al no estar en los espacios de toma de decisión de los espacios financieros, y que sufran de forma desigual el impacto de esta crisis. 
   Para entender la dimensión de género de esta crisis, primero tenemos que tener en cuenta que personas en situación diferente, con desigual acceso a los recursos y a los mecanismos de poder, van a participar y sobre todo, verse afectada de forma diferenciada por todos los procesos, sobre todo, de la crisis actual.
Mujeres y hombres tienen una participación desigual en los mercados de trabajo. Las mujeres tienen menores tasas de actividad y parcialidad, se concentran en menos sectores económicos que los hombres y en aquellos con peores condiciones laborales y reconocimiento social y profesional. A la segregación horizontal se une la vertical, que hace que las mujeres ocupen en mucho menor proporción que los hombres puestos de gestión y responsabilidad en las instituciones y empresas. Todo ello hace que las mujeres tengan salarios menores a los hombres y que esa desigualdad se refleje también en las prestaciones sociales vinculadas con su participación laboral como los subsidios por desempleo o las pensiones, donde las brechas de género generadasson aún mayores que durante la vida activa o en el empleo.
  Si mujeres y hombres tienen una participación diferenciada en el mercado de trabajo, la tienen mayor aún en el ámbito doméstico, en lo que conocemos por trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. Y no sólo vinculado al cuidado de los dependientes, niños y niñas y personas mayores, sino también de los independientes, de la gestión del hogar.
  En la familia, más del 70% de todas las horas de trabajo no remunerado y de cuidados que necesitamos para el mantenimiento del hogar, para el mantenimiento de las personas dependientes, pero también de las independientes, lo realizan las mujeres.
Esta carga de trabajo doméstico y de cuidados sumado al trabajo remunerado supone una carga de trabajo total diaria para las personas empleadas, tanto mujeres como hombres, que superan las 10 horas y media. Sin embargo, al concentrarse más las mujeres en el trabajo de cuidados, éstas se ven más afectadas en términos de empleabilidad, en los tipos de empleos a los que pueden acceder y en sus posibilidades de desarrollo profesional. Por ejemplo, una situación de desempleo conduce a un incremento en el tiempo dedicado al estudio por los hombres y a un incremento en el tiempo dedicado a tareas domésticas y de cuidados por las mujeres, reduciendo sus posibilidades de encontrar empleo. Respecto a los tipos de empleoa los que pueden acceder, mientras que no se encuentran diferencias en el empleo doméstico y de cuidados entre los hombres asalariados a tiempo completo o a tiempo parcial, para las mujeres hay una brecha de una hora, mostrando las restricciones y condicionantes a las que se ven sometidas las mujeres que quieren trabajar en el mercado y se evidencia como los contratos a tiempo parcial de las mujeres se caracterizan por ser de menos horas que los de los hombres.
  De hecho, si sumamos un trabajo y el otro, los hombres disponen de más de una hora al día que  las mujeres para emplear ese tiempo para lo que quiera: formarse, participar más en el sindicato para que los puedan nombrar por ejemplo, secretario de organización, reciclarse para buscar otro trabajo, simplemente buscar activamente empleo... Sólo con los datos de uso del tiempo en la mano, las mujeres dispone de mucho menos tiempo al día para buscar activamente empleo, al que habría que sumar otros inconvenientes como la menor flexibilidad horaria vinculada con los problemas de conciliación y a la menor movilidad geográfica.
Lina Gálvez Muñoz
Catedrática de Historia e Instituciones Económicas y Directora del Máster en Género e Igualdad. Universidad Pablo Olavide de Sevilla.

jueves, 6 de noviembre de 2014

La cuestión de la diversidad sexual en los colegios

   La sociedad española es diversa. Entre las múltiples diferencias que enriquecen esta sociedad están la sexual y la familiar. La legislación española ha sabido, en pocos años, adaptarse a esta pluralidad y contemplar y atender las diferentes realidades. La diversidad es cada vez más visible. Sin embargo, el sistema educativo ¿está recogiendo esa diversidad?, ¿está respondiendo a las demandas de esa gran minoría que son las personas lesbianas, gays, transexuales, bisexuales (LGTB) o los hijos de esta? Creemos que no. Al menos no de manera sistemática y estructurado.
  En la mayor parte de los centros de enseñanza la diversidad afectivo-sexual o familiar brilla por su ausencia, y más con el despropósito de la nueva ley LOMCE. Esta característica educativa hace que, por un lado, todavía pervivan entre los jóvenes preocupantes niveles de rechazo a compañerxs "diferentes" en materia sexual. Algunos estudios nos hablan de que un treinta por ciento de alumnos varones no aceptan la homosexualidad masculina. El rechazo a la transexualidad es aún mayor. Por otra parte, también provoca que los adolescentes LGTB -o, sencillamente, aquellos que tienen dudas o que, por los motivos que sean, no responden a las expectativas de género - vivan el descubrimiento de su sexualidad desde el miedo, la inseguridad o la vergüenza, cuando no desde la exclusión o el acoso. Estamos hablando que de una población que podría estar formadas por un número que oscila entre los 175.000 y los 450.000 adolescentes en toda España. Otros estudios nos enfrentan a una cifra terrible: el 55 % de estos jóvenes (el 65% de los varones) afirma haber sufrido distintos niveles de violencia a causa de su orientación sexual y su identidad de género.
   Violencia que, por otra parte, se vive en su mayor parte en silencio, por el estigma que podría conllevar la denuncia de la agresión (recordemos que uno de los jóvenes agredidos por homófobos el mes pasado en Caravaca tardó bastante en denunciar el delito por temor a los agresores y la "vergüenza" de contar su afectividad en casa). Este silencio lleva a una buena parte de los responsables de la educación de nuestros menores a pensar que el problema no existe, o que reviste poca importancia. Y puento que no existe, no consideran que haya que tomar medidas al respecto. Por lo cual se sigue dejando a lxs adolescentes, desprotegidos ante ese problema y y vulnerables a esa agresión. Un círculo vicioso que pocos docentes están dispuestos a cortar.
   No debemos considerar que la educación en valores de respeto a la diferencia es algo que debe hacerse sólo por el bienestar de las personas pertenecientes a minorías. Debe hacerse, fundamentalmente, pensando en la consecución de una sociedad basada en los principios básicos de igualdad, libertad y fraternidad. En una convivencia enraizada en una Constitución que delimita los principios que han sido pactados por todos y todas. Esa convivencia en paz y armonía sólo se puede conseguir si lacras como la homofobia y la transfobia no tienen cabida en la construcción de las masculinidades que se potencian desde el sistema educativo.
Jesús Generelo
Secretario General de la FELGTB

jueves, 9 de octubre de 2014

Curso sobre el tratamiento de la Coeducación y la Diversidad Afectivo-Sexual

CCOO Región de Murcia acaba de celebrar la tercera edición del curso "Tratamiento de la coeducación, diversidad familiar y afectivo-sexual en el ámbito educativo" destinado a profesionales del ámbito de la enseñanza pública en nuestra región.
Ángel Amaro, sociologo feminista y activista LGTB combinó en su metodología tres modalidades de enseñanza que hizo del curso un espacio dinámico y enriquecedor: Exposición de conceptos sobre coeducación y diversidad, talleres y videofórum. Los contenidos se enfocaron de manera interseccional y sociocrítica en todas las dimensiones del área: Educación afectivo-sexual, prevención de las violencias basadas en el género y la prevención del bullying LGTBfóbico. Una triangulación necesaria para poder comprender las diferentes violencias patriarcales en las aulas.
En la primera sesión se abordó de forma multidimensional la conceptualización previa de la diversidad afectiva y sexual, las teorías feministas relacionadas (ecofeminismo, transfeminismo, feminismo comunitario, etc.), así como principales aportes y vertientes de la Coeducación (situación actual, retos, buenas prácticas, etc.). En lo relativo a la segunda jornada, se trabajaron procesos procesos y opresiones múltiples vinculadas al patriarcado. En este sentido se profundizó en el conocimiento del amor romántico, la violencia de género, la LGTBfóbia, el heterosexismo, etc. Se presentaron estudios destacados e investigaciones feministas interseccionales (feminismo, étnias, funcionalidad, sexualidades...).
La tercera sesión giró en torno a la contextualización de la Coeducación y la Igualdad de Género en el marco pedagógico de la educación emancipatoria y la escuela crítica. Se debatió sobre las aportaciones de intelectuales como Paulo Freire o Michael Foucault. Destacada fue la proyección de fragmentos del muy recomendado documental "La Educación Prohibida" (2010); lo que propició un debate crítico sobre la contextualización de las escuelas y sus aulas. Mediante la lectura de normativas de centro e investigaciones pedagógicas relacionadas se construyó entre todxs una reflexión en torno al aprendizaje cooperativo que supone elaborar los documentos del centro en colaboración con los distintos miembros de la comunidad educativa y colectivos externos (PEC, RRI, PGA...). Es necesarió, se estableció por consenso, vincular la educación emancipatoria con la Coeducación y las nuevas epistemologías que posibilitan este entrecruzamiento : métodos de enseñanza-aprendizaje, nuevos métodos de evaluación, el papel de la educación en su eje acción-transformación, etc.
El cuarto día se trabajó la realidad del bullying sexista y LGTBfóbico. Se presentaron los principales características del acoso, roles de los diferentes actores sociales involucrados  (agresor, víctima y observadorxs), procesos de victimización, consecuencias socioemocionales, etc. En este sentido se profundizó en las descripciones de de las diferentes vertientes del acoso escolar: cyberbullying, sexting, outing, etc. Se describió la realidad socioescolar del acoso LGTBfóbico (resiliencia, autoconcepto, autoestima, re/armarización, apología del odio...). Así mismo también se presentaron los principales resultados del estudio estatal sobre bullying LGTBfóbico que publicó la FELGTB en 2012.
Finalmente, la quinta sesión abordó las cuestiones de la Coeducación y diversidad afectivo-sexual y familiar a través de la ética y los Derechos Humanos, empleando para ello una serie de cortometrajes de ficción que ayudó a integrar los temas abordados en las sesiones anteriores. El propósito fue empatizar con las situaciones cotidianas de la diferencia (de manera interseccional) a través del relato.
La enseñanza en la diversidad debe entenderse como una acción holística que aborde las identidades de género y orientaciones sexuales en el conjunto del desarrollo humano y social.
Ángel Amaro Quintas y José Gracia Teruel

lunes, 28 de julio de 2014

La brújula de izquierdas y el activismo LGTBI


No dejo de pensar en la izquierdización de los gays, lesbianas, transexuales de derechas que sufre este país, de la misma manera que muchas y muchos LGTBI de izquierda se derechizan (UPyD, por ejemplo) o en, perdonadme la maldad, el batiburrillo de nuestros días que a todos y a todas nos desorientan aún más de lo que la sociedad nos adjudica. En otra ocasión hablaré de la desorientación impuesta  socialmente, que me parece un tema muy interesante, pero hoy quería hablaros de política.

En primer lugar, me llama la atención la falta de pensadores (filósofos) y políticos que pierden fuelle con su discurso de izquierdas. Vale, posiblemente el problema esté en cómo transmitir el mensaje para que no se disperse y se convierta en infinidad de izquierdas, de tal modo que la “Izquierda”  se parezca a una especie de brújula desbocada cuya dirección haya que respetar sí o sí (Últimamente he oído que algunos círculos de Podemos no quieren hablar de izquierda o derecha, sino de arriba y abajo... ¡Surgen nuevas ideologías verticales! Pues bien, si el tema está en la transmisión del mensaje, en cómo realizar anclajes sólidos ideológicos para que la gente comprenda la necesidad de transformar para progresar, ¿por qué no se habla de pedagogía de izquierdas? ¿No será que la educación es un tema al que se le resta importancia porque los políticos en el poder no obtienen los réditos esperados a corto y medio plazo? Podríamos decir que el símil “bíblico”, oído tantas veces a la progresía, y que dice: “Mejor es ofrecer una caña de pescar al pobre que darle un pez” se queda corto y habría que añadir “y  una brújula –que funcione – para que sepa dónde ir”.

Vale, hay gays y lesbianas de derechas y de izquierdas, muchos gays pueden ir a paraísos gayfriendly como Maspalomas o Sitges,  muchas lesbianas pueden dedicarse a la deseada maternidad con casi ninguna traba social, nos podemos casar de blanco, todavía no por la Iglesia (aunque nos da igual) pero…A partir de aquí qué. ¿Cómo debemos entender el activismo? El activismo es algo que nos quita tiempo y, por qué no decirlo, dinero. Conseguido este primer paso de independencia y autonomía, las personas LGTB nos podemos dedicar a nuestras vidas privadas, a aburguesarnos,  a desarrollar los miedos típicos de la sociedad liberal,  al sentimiento de pertenencia que hace blindar la familia, la propiedad, dejarse llevar por la rutina, etc… derechizarnos, vamos, si no fuera por un pequeño detalle: Nos seguimos escondiendo de la sociedad, la transexualidad es el talón de Aquiles que abate a la ética moderna, la pluma es motivo de "sospecha" y chismorreos, no se habla de nuestra afectividad en público, no aparecemos en los medios de comunicación y aún somos tabú en muchos sectores e instituciones (escuela, hospital…) de la población. Por desgracia, debemos seguir empleando nuestro tiempo y dinero para intenta cambiar muchas cosas.

Entonces, ¿desde dónde debe hacerse ese cambio? Yo interpreto que desde aquel sector que nos ofrezca herramientas de cambio, jamás sería el conservador, es obvio. Aunque no le vamos a perdonar a la izquierda que nuestros afectos y sexualidades se vieran en el pasado como característica de la burguesía (cuánto pobre y desheredado gay o lesbiana habría entre sus filas, cuánto transexual, represaliada en su cuerpo,  sin nada que echarse a la boca…). No le perdonamos, con la misma contundencia que a la Iglesia y a toda la “conservaduría”, su miopía humanista. Pero comprendemos que la izquierda tiene en su base el “gen” de la transformación y mucho han cambiado las cosas desde aquella época. Nosotras, nosotros y nosotres debemos, por lo tanto tomar el testigo, empoderarnos, junto a los movimientos feministas, del cambio hacia una normalización de las inquietudes diversas de los ámbitos sociales e individuales de las personas tomando un rumbo que no haga girar la brújula con la desorientación con la que se mueve hoy.

jueves, 29 de mayo de 2014

Derechos Humanos LGTB y diversidad afectivo-sexual

Una de las principales armas de la “homofobia”, la “bifobia” y la “transfobia” es el ocultamiento y la negación de la existencia de personas homosexuales, bisexuales y transexuales. Es por ello que la comunidad educativa debe ofrecer a los adolescentes LGBT modelos positivos y directos con los que puedan identificarse en su proceso dedesarrollo personal...
...Mostrar que existen y han existido de forma constante en la Historia –y, en ocasiones, deforma muy prominente– personas como ellos y ellas, supone una estrategia eficaz para fomentar la aceptación y romper el sentimiento de aislamiento que, a menudo, tienen.
Durante la adolescencia, se suelen rechazar los sentimientos de deseo y/o afecto hacia personas del mismosexo y se tiende a negarlos,no sólo ante los demás, sino también ante
uno mismo. Un gran número de jóvenes LGBT “no quiere ser así”, no quiere formar parte de ese grupo al que culturalmente se le han atribuido connotaciones claramente negativas. Y es por ello que acostumbran a ocultar sus sentimientos y su forma de vida. Esto no es difícil pues, a pesar de los tópicos existentes, ni la mayoría de los gays son afeminados ni la mayoría de las lesbianas son masculinas. En algunos casos este ocultamiento se acompaña de un esfuerzo por asumirlos comportamientos y conductas que, a juicio del adolescente, podrían reforzar una hipotética apariencia heterosexual. Por otro lado, el miedo a las represaliasdificulta e impide en ocasiones el desarrollo de una identidad sana y positiva. Pueden surgir entonces conductas autodestructivas, complejos de inferioridad, ansiedado depresiones. Hay estudios queindican que los jóvenes homosexuales son tres veces más proclives a cometer suicidio en la adolescencia que sus compañeros y compañeras heterosexuales. Y no es algo que siempre se cure con la edad. Algunas personas arrastran estos problemas más allá de la
adolescencia y muestran claros síntomas de falta de autoestima y rechazo de sí mismas en la etapa adulta.
Debido a la falta de información, muchos y muchas adolescentes LGBT llegan a creer que sus sentimientos son únicos y están solos. En el ámbito familiar, y a diferencia de lo que ocurre con otras minorías marginadas (por su religión o raza), no encuentran referentes ni se les habla sobre la identidad de su subcultura y de su grupo. No ha yque olvidar que la mayoría de las personas LG BT crecen en el seno de una familia heterosexual que, a menudo, ha desarrollado y transmite los prejuicios homófobos propios de nuestra cultura. Además, los y las adolescentes LGBT suelen tener muchas más dificultades que sus compañeros y compañeras heterosexuales para relacionarse emocional y sexualmente con otras personas. 
Más en  https://www.es.amnesty.org/uploads/media/msx-educadores.pdf
Derechos Humanos y Diversidad afectivo-sexual. COGAM, Amnistía Internacionay y COLEGAS.

jueves, 15 de mayo de 2014

Por la integración de las familiar lgtb: No todos los derechos están conseguidos.

La palabra que mejor define en la actualidad a la Familia, es la DIVERSIDAD, ya que la familia, hoy día no tiene un significado único y excluyente, y entre ellas, la FAMILIA LESBIGAY. En los últimos años, se han producido una serie de cambios que han repercutido de forma directa en la conformación de la Familia y en su percepción por la sociedad.
Desde el punto de vista legal, se han producido grandes avances determinados fundamentalmente por la aprobación de diversas Leyes que han ido dando entrada a nuevos modelos familiares, suponiendo no sólo el reconocimiento y protección legal, sino también una proyección social de visibilidad: lo que se regula y protege se hace visible y toma una dimensión social más amplia, hasta entonces inexistente. 
Cabe destacar la aprobación de las Leyes que regulan las Uniones de Hecho, el derecho de las personas gays, lesbianas y transexuales a contraer matrimonio aprobado en el año 2.005, o la regulación de la maternidad de los matrimonios formados por dos mujeres (Ley 3/2007).
Los avances sociales, la aparición y regulación de las  nuevas técnicas de reproducción asistida (que ha permitido que muchas mujeres solas accedan a la maternidad, al igual que las parejas y matrimonios de mujeres lesbianas), las reivindicaciones de los movimientos LGTB en la sensibilización y transformación de las actitudes sociales, han supuesto el cambio de ideas preconcebidas y sentimientos de la Sociedad hacia la familia, el matrimonio, la sexualidad.
No obstante, todavía quedan muchas cosas por hacer en el ámbito de la familia LGTB, porque la Igualdad con respecto a otros modelos familiares, no es aún real; porque se siguen produciendo situaciones de clara discriminación por cuestiones de orientación como la negativa de algunos Registros Civiles a inscribir a lo/as hijo/as de un matrimonio de mujeres; porque en el ámbito de la educación, la diversidad familiar es una asignatura pendiente, al igual que en muchos otros ámbitos, en los que se sigue presumiendo que el único modelo familiar existente es el formado por hombre-mujer e hijo/as.
 Material interesante para trabajar la diversidad familar
Libros y ensayos:
  • Cómo educar en la diversidad afectivo-sexual en los centros escolares. Sanchez Sáinz, Mercedes. Ed. Los libros de la catarata
  • El respeto a la diferencia por orientación sexual. Xente gai Astur. XEGA
  • Educación de la sexualidad a través de cuentos. Clemades, Tirso. Ed. Fontamara
  • Educar en la diversidad. Ed Laertes
  • Entender la diversidad familiar: Relaciones homosexuales y nuevos modelos familiares. Pichardo Galán, Jose Ignacio. Ed. Bellaterra
  • Herramientas para combatir el buying homofóbico. Platero Mendez, Rakel. Ed. latasa
  • Las familias que elegimos. Weston, kath. Ed. bellaterra
  • Madres Lesbianas. Rafkin, Louise. Ed. Bellaterra
  • Modelos de familia. Golombock, Susan. Ed. Grao de IRIF, S.L.
  • Padres como los demás. Cadoret,Anne. Ed. Punto Crítico
  • Voces de Mujeres en la Diversidad. Autoras varias. ALDARTE

Cuentos/comics
  • ¿De quién me enamoré?, Wieland, Pena. Junta de Extremadura
  • Aitor tiene dos mamás. Mendieta, M. Jose. Ed Bellaterra
  • El príncipe enamorado. Recio, Carlos. Ed. tempestad
  • El secreto de las familias. De la Cruz, carlos
  • Iris y Lila. Mujika, Ana y Marta Garcia Rodrigo. ALDARTE
  • Mamás mías. Sooden, Vanessa. Ed. Mairi
  • Paula tiene dos mamás. Newman, Leslea. Ed. Bellaterra
  • Rey y rey. Haan de, Linda. Ed. Seus
  • Familias con mascotas. Lesbitoriagasteiz
  • Fun Home, una familia tragicómica . Bechdel, Alison. Ed. Mondadori


viernes, 25 de abril de 2014

Las políticas del Gobierno siguen discriminado a las mujeres lesbianas

Este sábado, 26 de abril, las secretarías de Políticas Sociales y de la Mujer de FSC-CCOO se suman a la celebración del Día de la Visibilidad Lésbica, que desde hace seis años se celebra esta fecha para sacar a la luz la invisibilidad de las mujeres lesbianas. Como ha sucedido en otros ámbitos, también en éste, las mujeres hemos tenido que reivindicar nuestra existencia y nuestros derechos.

A la discriminación que, en esta sociedad patriarcal, sufrimos como mujeres, se añade la imposición social heterosexual. Este sistema discrimina a las lesbianas a la segunda potencia como mujeres y como lesbianas. Por eso nos enorgullecemos con las mujeres que “han salido del armario” y se han atrevido a mostrar su amor y sus deseos en una sociedad donde la heterosexualidad es la norma. Estas mujeres son muy valientes y se han enfrentado al posible desprecio social y familiar, las amenazas (incluso laborales) y la sanción social. Pero también queremos hoy enviar nuestro cariño a todas aquellas que por alguna razón no han hecho su elección sexual pública. No es fácil hacerlo. Lamentablemente vivimos en un mundo que desprecia “al diferente” y esto es lo que, entre todas y todos, tendremos que cambiar.

Este día sirve para reivindicar la igualdad de derechos en la vida pública y política, hacer visible esta realidad en el ámbito educativo y denunciar en los medios de comunicación las trabas impuestas a unas mujeres que sienten su libertad y sus derechos coartados. La denuncia es un paso inicial para superar esta situación y que las lesbianas puedan vivir su orientación sexual con igual libertad que las personas heterosexuales.


Es importante sindicalmente luchar por los derechos de las lesbianas ya que la visibilidad de este hecho les puede condenar al acoso, al despido, al desprecio o a la mofa. Muchas parejas renuncian a derechos laborales tales como los días de permiso por matrimonio por no poder hacer pública su opción sexual.


Por otra parte, la política de recortes y reducción de derechos laborales les vuelve a afectar también doblemente por su doble discriminación. La reducción del Estado del Bienestar también contribuye a empeorar sus condiciones de vida. La austeridad económica se utiliza como excusa para imponer un modelo de familia tradicional y disminuir los derechos de todas las personas. Se plantea que con el proyecto de Orden ministerial sobre reproducción asistida el Gobierno ahorrará alrededor de 50 millones al año, haciendo de la economía un elemento esencial cuando se está en el plano de los derechos. El proyecto discrimina a parejas de lesbianas, mujeres mayores de 38 años, varones de más de 50 años y mujeres sin pareja. Los recortes en este caso no hacen sino imponer un modelo nuclear heteropatriarcal. Además, las reformas laborales del gobierno del Partido Popular están dirigidas a devolver a las mujeres a “su papel tradicional” como buenas amas de casa, cuidadoras de los varones sustentadores de una familia compuesta por el padre, la madre y los hijos e hijas. Y, precisamente, ahora más que nunca hay que revindicar la visibilidad de las lesbianas y luchar por sus derechos.

viernes, 18 de abril de 2014

ONU contra la Homofobia

Mapa educativo de la diversidad sexual y de género en España

El próximo 17 de mayo se celebra el día internacional contra la homofobia  y transfobia coincidiendo con la eliminación en 1990 de la homosexualidad de la listas de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A día de hoy, el profesorado aún no tiene la formación suficiente para abordar la cuestión del odio ante la diversidad sexual y de género. No se elabora ni ejecuta un protocolo lgtb en la práctica docente. Si tenemos en cuenta que la educación es la base de toda integración social, el hecho de que se invisibilicen estas cuestiones es algo bastante grave.

Desde muy temprana edad y hasta la edad adulta, el ritmo de la vida de los jóvenes lo marca, en su mayor medida, la escuela o el instituto. Que los centros educativos, además de impartir conocimientos básicos para que desenvuelvan en el mundo, deben ser lugares que contribuyan al desarrollo personal del alumnado, está fuera de toda duda. Por eso sobrecoge leer en el informe, elaborado por la Universidad Complutense de Madrid, “Diversidad sexual y convivencia: una oportunidad educativa”, coordinado por el profesor José Ignacio Pichardo Galán, que las escuelas son cada vez espacios hostiles para algunos jóvenes lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGTB). Al leerlo nos damos cuenta que la aceptación de los demás, con sus diferencias y preferencias, es un principio que aún está lejos de cumplirse.
Muchos trabajos de investigación en las ciencias sociales dan luz a una realidad que ya intuimos. Sin embargo, el valor de las mismas es que los datos se imponen y, alejándose de percepciones subjetivas, muestran hechos. Es el caso de la presente investigación que revela, sin ningún género de dudas, que el acoso escolar por homofobia y transfobia es un hecho en los contextos educativos de España.   
Esta línea de estudios ha sido posible, con más que deficiente compromiso de las administraciones públicas, merced a la colaboración de las organizaciones LGTB con la universidad madrileña. Los resultados están a la vista (Se pueden observar con detalle en el enlace abajo indicado), y como pocos, han logrado iniciar una línea de investigación inédita hasta 2005 en nuestro país, así como poner sobre la mesa una probleática hasta entonces completamente invisbilizada. Se ha conseguido incluso insertar el acoso por orientación sexual e identidad de género en las agendas de algunos sindicatos, partidos políticos, organizaciones de defensa de los derechos humanos y organizaciones educativas.
“Diversidad sexual y convivencia: una oportunidad educativa” es un trabajo que era necesario. No solo porque todavía quedan muchos aspectos por investigar, muchos matices que dibujar y que aprender a detectar, sino porque dados los resultados que hemos encontra en los últimos años, es preciso hacer un seguimiento constante, ejercer observación permanente de la evolución.
Cuando estudios como el presente alertan de que la población LGTB está especialmente expuesta a sufrir violencia psicológica y/o física en las escuelas y que eso le puede llevar a plantearse el suicidio en mayor proporción que el resto de alumnado, no podemos bajar la guardia, tenemos que seguir trabajando hasta reducir unas cifras, unas realidades, intolerables. La historia nos muestra que los cambios legislativos o jurídicos no son suficientes para conseguir un cambio real hacia la igualdad. La igualdad de género no se consiguió con cambios legislativos, prevaleciendo aún hoy costumbres y actitudes machistas. Del mismo modo, la aceptación social de la diversidad sexual y la igualdad de trato entre personas con diferentes orientaciones sexuales no se ha logrado con los avances legislativos en equiparación de derechos. Al cambio de valoraciones y actitudes, para el que, por supuesto, es fundamental el papel de la educación.
Si el objetivo de la educación, como creemos, es ayudar y permitir a cada persona realizarse según su potencial singular, es preciso nombrar y mostrar otras posibilidades humanas que vayan más allá de los modelos que ofrecen los medios de comunicación y que abran puertas a la aceptación y respeto a la diversidad. En este sentido, nos parece necesario el trabajo en el aula sobre diversidad sexual, los diferentes modelos de familia, los distintos modos de expresar el género, nuevas masculinidades y nuevas formas de entender y expresar la feminidad.
No en vano, esta investigación muestra la relación entre la intervención en el aula con talleres y propuestas educativas sobre diversidad lgtb y la percepción positiva de la misma, así como la discriminación por razón sexista y homofóbica. Favorecer un crecimiento humano en todas sus potencialidades sólo es posible en ambientes igualitarios en los que haya un absoluto respeto a la dignidad humana y a la diversidad, donde cada cualidad humana se valore sin estigmatizaciones ni dolorosos rechazos. Los centros educativos, las aulas, tienen el reto de transformarse en estos espacios inclusivos de la diversidad. Más allá de las políticas educativas, que por supuesto han de ser inclusivas e igualitarias, generar contextos seguros e inclusivos para la totalidad del alumnado en el sistema educativo es responsabilidad de las personas que participamos en él.
Cualquier persona que se dedique a la docencia, lo haga desde la asignatura que lo haga, tiene que hacerse cargo de su papel en el sistema generador de estos contextos. Como es obvio, la detección de homofobia y de otras formas de exclusión así como la intervención para paliarla depende en gran medida de la formación y los recursos del profesorado. Esta investigación tiene el valor de incluir la visión del profesorado y sus formas de intervención, lo que ha llevado a los docentes participantes a la autorreflexión, a reflexionar sobre posibles intervenciones, así como sobre su propia actitud, diferenciando entre buenas y malas prácticas. Según la  percepción del profesorado se muestra en la investigación una constante necesidad de formación.

Prólogos del estudios sobre homofobia en los centros educativos, “Diversidad sexual y convivencia”, Jesús Generelo, Raúl de la Torre y Yolanda Herranz

Estudio resumido en: http://amecopress.net/IMG/pdf/Informe.pdf

jueves, 13 de febrero de 2014

Romanticismo o el placer del sufrimiento

Llevo mucho tiempo pensando en el placer del sufrimiento. A primera vista pueden parecer dos términos contrapuestos, pero piensen en la cantidad de gente que disfruta pasándolo mal. Una característica esencial de la cultura occidental cristiana es el gusto por la sangre, el dolor, el sacrificio, el martirio. .. toda la simbología cristiana está plagada de espinas, lágrimas, cruces, llagas, sangre… y los nazarenos en semana santa, que se fustigan con deleite ante la admiración y el respeto del público en las procesiones. De esta cultura cristiana, además, viene nuestro gran sentimiento de culpa...
(por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa).
 A los humanos, no sé por qué, nos gusta sufrir y hacer sufrir. No he visto ningún animal que acorrale a otro animal mientras los suyos jalean para que lo mate después de marearle con tanta vuelta. Los animales no torturan, no disfrutan viendo a otros matar o maltratar.
Nosotros somos, en ese sentido, una especie sanguinaria y malévola.
En otro nivel están los sadomasoquistas, que sienten el dolor como placer asociado al erotismo. El sadomasquismo es una cuestión de grados, obviamente. Unos lo llevan en silencio, como las almorranas, y otros se meten en club de sados y masos: no se imaginan la cantidad de gente que se coloca en el papel de amo o esclavo, gente a la que le encanta jugar a dominar o someterse, humillar o sentirse humillados, azotar o ser azotados. A mí me parece un juego muy divertido, siempre pienso que es más sano practicar el sadomasoquismo en la cama que fuera de ella (veasé parejas que se maltratan mutuamente en público y en privado).
Conozco mucha gente a la que le gusta sentirse triste porque así parece una persona sensible, desgraciada, y especial.  Son muchos y muchas los que creen que el mundo está contra ellos, y en general a todos nos gusta quejarnos, porque es gratis y nos desahoga mucho. 
En las reuniones sociales no es frecuente que la gente entone discursos sobre lo feliz que es con lo poco que tiene. A todo el mundo le falta algo: el amor de su vida, un familiar fallecido, una casa más grande, un trabajo mejor… sufrimos de insatisfacción permanente y nos cuesta detenernos a pensar en todo lo que tenemos, en la riqueza de nuestras relaciones afectivas, en las herramientas que hemos adquirido con el paso de los años, en el techo que nos cobija de la intemperie a las noches, en la ducha de agua caliente que nos anima por la mañana, en la comida que tenemos en la nevera, en la sonrisa que nos saluda en las mañanas… Damos el interruptor de la luz pensando que lo natural es que se encienda la bombilla, sin detenernos a pensar en lo afortunados que somos por poder disfrutar algo de lo que nuestros bisabuelos no podían disfrutar, sencillamente porque no existía la luz eléctrica en las casas.
La tristeza se puso de moda en el siglo XIX, y en el XX empezamos a exaltar a todos los suicidas que dejan cadáveres bonitos, gente excesivamente sensible incapaz de adaptarse al mundo cruel que graban unos discos estupendos y luego mueren, como es el caso de Jimi Hendrix o Janis Joplin.
La autodestrucción y la insatisfacción es algo que heredamos del Romanticismo y que nos hace perder mucho tiempo de vida porque nos hace infelices, nos aísla, nos roba las energías. Cuando tenemos techo y comida asegurada, los humanos tenemos la manía de lanzarnos a ahondar en la angustia existencial, el miedo al vacío, la falta de sentido del mundo posmoderno, el miedo a la muerte, el porqué de la vida…
 Nos gusta estar depres, melancólicos, tristes, decepcionados, derrotados… es como una actitud permanente ante la vida. Unos porque aman la poesía del victimismo, otros porque así se sienten protagonistas absolutos de un drama folletinesco. Unos lo utilizan para provocarse crisis, otros para crear: narradores y artistas cantan al dolor, la confusión, la sensación de pérdida, el miedo a la soledad. Los cantantes siempre cantan canciones de desamor. Prueba de ello es que apenas hay canciones de amor de verdad, de alegría y entusiasmo. Todas los reclamos son muy parecidos: “¿por qué te vas?, no me dejes, no te vayas de mi lado, no me abandones, ¿porqué me has dejado?, no entiendo lo que pasó, ingrata, ingrato, tengo el corazón partío, sin ti no soy nada”, etc.
Nuestras sociedades gustan de catarsis emocionales colectivas, por eso el éxito del fútbol. La gente en televisión siempre sale llorando, exclamando, presos de euforia, arrebatados de emoción, o invadidos por la ira. A muchos les gusta ver cómo se reencuentran las personas después de años de dolor, y las audiencias se decantan por programas en los que se humilla y degrada a los concursantes “por su bien”, “para que aprendan”, como en Operación Triunfo.
Lo más sorprendente es cómo la gente se presta a estas cosas. Me cuesta entender por qué los concursantes lloran de felicidad cuando son aceptados en OT, o cómo pueden desear ser juzgados y humillados en público de ese modo, y como bajan la cabeza en señal de sumisión y culpabilidad ante el jurado. Operación Triunfo y muchos realities-concurso como Gran Hermano llevan un rollo super sadomasoquista; sus métodos pedagógicos están basados en disciplinas militares basadas en la resistencia al dolor o en la capacidad para someterse a los maestros. El aprendizaje de baile, canto o interpretación no deberían darse en un clima hostil y competitivo; de tanta presión es difícil que surja arte. Es cierto que el dolor puede ser muy creativo; pero no un dolor gratuito, artificial, que no viene a cuento.

Nuestras relaciones amorosas también están determinadas por este gusto por el sufrimiento. A menudo deseamos a personas que no nos desean solo porque no las tenemos, porque no se dejan dominar. Es cuando la gente valora más al amado o la amada: cuando no están, cuando no son objetivos alcanzables  (ejemplo: personas casadas, personas que viven lejos, personas que se mueren, o personas que nos abandonan). Despreciamos a los que nos aman y anhelemos los favores de los que no nos estiman. Son desafíos contra uno mismo que acarrean mucho dolor y que suponen un despilfarro emocional y psíquico. Toda esa energía entregada a la causa amorosa nos beneficiaría mucho más, creo yo, si la invirtiésemos en cuestiones más prácticas, más reales.
Luego están los que se quieren y no saben vivir sin pelearse, sobre todo por lo gratas y emocionantes que resultan las reconciliaciones. Gente que cree que para poder hacer el amor salvajemente primero hay que tener una bronca descomunal y después dejarse llevar por las dulzuras de las reconciliaciones… es todo buscar intensidad, al precio que sea, para poder alimentar la pasión. 

A la gente le gusta tatuarse en zonas delicadas, o agujerearse el cuerpo, llevar zapatos de tacón aunque duelan, corsés, fajas, sujetadores, cinturones… algunas personas gustan de pasar por quirófanos, abrasarse la piel, injertarse cosas raras, o machacarse con el hambre para poder adelgazar.
Están también los que salen a la calle con ganas de que les peguen una paliza. Es ese tipo de gente que siempre está montándola en un bar, molestando a alguien o provocando para que se les preste atención. A veces es mejor pasar un rato discutiendo y llevarse dos hostias a casa, que volver sin haber interaccionado con nadie. A esta gente que le gusta meterse en líos y demostrar su bravura sabiendo que le van machacar no la entiendo. Pero somos así.
Nos gusta el drama, nos gusta sufrir, nos gustan las películas que nos hacen llorar, nos gusta que nos compadezcan, nos gusta sentir emociones fuertes aunque duelan…. y perdemos de vista que la vida es muy corta, que solo tenemos una para vivirla, que si no disfrutamos ahora, ¿cuándo?. El sufrimiento es una parte inevitable de la vida, pero no debemos aferrarnos a él como estructura vital sobre la que construir nuestro día a día. 
Hay que tratar de buscar soluciones cuando tenemos problemas. y mejor si son soluciones colectivas que individuales… porque sólo pre-ocupándonos y ocupándonos de lo que nos pasa a todos podremos hallar soluciones conjuntas, podremos encontrar modos de expandir la alegría de vivir y formas de compartir para poder sentir que no estamos solos/as con nuestras desgracias. 


Por Coral Herrera Gómez 
en http://www.entretantomagazine.com/2014/01/23/el-placer-del-sufrimiento/

SEXUALIDAD JUVENIL: UNA ASIGNATURA PENDIENTE, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

La adolescencia y la juventud constituyen un período de grandes cambios en elcrecimiento, en la vida familiar, en los estudios o en el trabajo. La propia persona y elentorno cambian profundamente y muy deprisa. Estos cambios, junto con las decisionesrelacionales y vocacionales que tienen que tomar acaban adquiriendo una importanciadecisiva en sus vidas.

La población juvenil es considerada en general como un sector poblacional sano, lo
que indica un concepto de salud muy restrictivo que persigue, únicamente, la ausencia de
enfermedad. Por el contrario, si concebimos la promoción de la salud como el desarrollo
de las capacidades de la persona tendentes a alcanzar el bienestar físico, emocional y social,
nos daremos cuenta de que la población juvenil es un sector muy crítico al que deberíamos
prestar las mayores atenciones.
El período de profundas y radicales transformaciones que supone la adolescencia
propicia con frecuencia estados de desconcierto, confusión y ansiedad vital. Otro aspecto
significativo es la importancia que tiene la atracción por el riesgo en el proceso de
socialización de los jóvenes (sobre todo de los varones). Esto, unido a algunas
características propias de la edad (la inmediatez de la experiencia vital, cierto ideal
romántico, la dificultad para pensar en clave de probabilidad y a medio plazo, etc.) hace que
sean muchas las prácticas de riesgo que amenazan la salud de los y las jóvenes (consumo
de alcohol, tabaco y otras drogas, embarazos no deseados, ETS y SIDA, anorexia y
bulimia, accidentes de tráfico, etc.).
Por otra parte, la adolescencia y la juventud, en ese tránsito al mundo adulto,
suponen un período prolijo en lo que respecta a la exploración de sus capacidades y
habilidades, la adquisición de nuevos valores y actitudes, la experimentación de la
autonomía y la toma de decisiones, etc. Este intenso aprendizaje convierte esta etapa de la
vida en esencial para la adquisición de hábitos y conductas saludables.
En el transcurso de la adolescencia y la juventud cobra una relevancia primordial el
desarrollo sexual. El proceso de sexuación experimentado marcará de manera definitiva la
forma de estar en el mundo tanto en hombres como en mujeres, el modo de relacionarnos
con las personas así como la experiencia emocional y subjetiva del deseo sexual. Las
vivencias de la sexualidad en este período están marcadas por la confusión sobre lo que
pueden hacer o no. Por un lado, han de reconsiderar la nueva imagen de su cuerpo sexuado
enfrentándose a la fuerte presión de los estereotipos de belleza, y tienen que afrontar las
distintas posibilidades y necesidades sexuales y afectivas que se les plantean. Por otro lado,
los mensajes que reciben son con frecuencia contradictorios. Esto contribuye a que vivan
su sexualidad con escasas habilidades para disfrutarla de forma gratificante y saludable.
En España casi todas las personas comprendidas entre 15-19 años afirman haber
tenido algún tipo de experiencia sexual, siendo los 16,5 años la edad promedio de inicio de
la relación sexual coital. Muchas de estas relaciones se realizan sin planificar y, por tanto,
sin usar métodos para el control de la reproducción o para evitar posibles contagios de
enfermedades de transmisión sexual (sólo el 58% de las personas encuestadas utiliza algún
método).
Mientras tanto, nuestra sociedad, por un lado sobreestimula y es permisiva con las
personas adolescentes y jóvenes y, por otro, no acepta que sean sexualmente activas. En la
práctica, ni las familias, ni los sistemas educativo, sanitario y de los servicios sociales
ofrecemos la cobertura necesaria para capacitarlas en la toma de decisiones responsable en
torno a su sexualidad, abandonándolas, en consecuencia, a su suerte. El resultado es que su
acceso a las vivencias sexuales se da, en numerosos casos, en condiciones de grave riesgo,
como la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce.
Aceptar que adolescentes y jóvenes pueden ser sexualmente activos y ofrecerles
los medios educativos y asistenciales para que puedan vivir su sexualidad sin riesgo,
contribuiría a la solución de este grave problema. No se trata de suprimir libertades, sino de
ofrecer herramientas a la población adolescente y juvenil para que sepa manejarse con éxito
en este mundo de libertades.
La sexualidad es una fuente de posibilidades maravillosas de placer, comunicación,
reproducción, ternura y afecto, que puede vivirse de forma frustrante y llena de riesgos o
sin riesgos y plena de sentido personal y relacional.

Las y los adolescentes y jóvenes toman, de hecho, decisiones importantes sobre su
sexualidad; y éstas pueden mejorar, ser más responsables y felices con la información
necesaria y una actitud positiva frente a la sexualidad; si se conocen y tienen una adecuada
autoestima, si aceptan su propia sexualidad y la responsabilidad que conlleva la relación
sexual, si poseen suficientes habilidades de comunicación y resolución de problemas, si
saben lo que valoran en la vida y toman decisiones sobre sus relaciones sexuales, si
disponen de los recursos necesarios y conocen los de la comunidad en la que viven.
En consecuencia, la optimización de las relaciones afectivo-sexuales como fuente
de salud implica el desarrollo de programas educativos encaminados a que la sexualidad sea
vivida de forma plena, responsable y enriquecedora y exige la oferta a las y los jóvenes de
programas asistenciales específicos. Esta tarea es una responsabilidad compartida y en ella
han de estar implicados la población juvenil, las y los profesionales del campo educativo,
sanitario y social, así como las propias familias.


Fuente: Guía Didáctica
Sexpresan

martes, 14 de enero de 2014

Estudio sobre diversidad sexual y de género y convivencia en los centros educativos

Desde el Departamento de Antropología Social de la Universidad Complutense de Madrid, se ha llevando a cabo una investigación que buscaba estudiar los discursos, actitudes y prácticas del profesorado y del alumnado sobre la diversidad y la convivencia en las aulas, teniendo especialmente en cuenta la atención a la diversidad sexual. 


Si bien la diversidad y la convivencia se han abordado desde múltiples perspectivas y disciplinas, esta investigación propone un marco que permite estudiar la diversidad sexual en relación con un amplio abanico de diversidades (culturales, conductuales, físicas, sexuales, etc.) poniendo en perspectiva la variedad de relaciones entre las mismas y teniendo en cuenta las particularidades que presentan en todos los niveles educativos no universitarios. Los resultados contribuirán a elaborar propuestas para abordar la diversidad y mejorar la convivencia en las aulas.

La investigación pretendía estudiar, por un lado, las actividades y recursos que existen en los centros educativos para promover la convivencia y el respeto a todas las diversidades, especialmente la diversidad sexual. Para ello se diseñó un cuestionario específico que se podía responder desde cualquier centro público, concertado o privado, ubicado en el Estado español.

Por otro lado, se diseñó un cuestionario destinado a recoger los discursos, prácticas y actitudes 
del profesorado respecto a la diversidad sexual y la convivencia en los centros de todos los niveles educativos no universitarios.

Por último, se diseñó un taller sobre diversidad para alumnado de infantil y primaria y uncuestionario para el alumnado de ESO, Bachillerato, PCPI y FP Grado Medio y Superiorque pretendía recoger sus principales impresiones, experiencias y opiniones en materia de diversidad sexual y convivencia. 

Todos los cuestionarios se realizaron a través de internet o en papel de manera anónima y confidencial


El trabajo de campo se realizó entre enero y mayo de 2013 y se recibieron 250 cuestionarios completados por docentes de toda España y 3.236 cuestionarios completados por estudiantes de secundaria, bachillerato y formación profesional. Así mismo, se realizaron 47 talleres en todos los niveles de educación infantil y primaria en 6 centros distintos de las provincias de Madrid y Sevilla en los que participaron casi mil niños y niñas.
 Informe en:
https://docs.google.com/file/d/0B653MINLylxPb0dGS196SjU4NDQ/edit?pli=1