
Vayamos un paso más allá. Ahora
supongamos que no es un director el que rige un colegio sino una directora y
que esta directora tiene una mentalidad feminista de andar por casa (lo que es
bastante común en la sociedad moderna, pues no hay tiempo de ilustrarse más allá de
la Wikipedia). En el Proyecto Educativo ha incluido vocabulario no sexista, ha
decidido utilizar la palabra familia
(igualmente podría haber utilizado el concepto de unidad de convivencia) en lugar de las palabras padre y madre y ha excluido el color azul y rosa del rincón de la casita en
Educación Infantil. Su compañera lesbiana ha podido salir del armario, gracias
al talante progresista de la directora, pero esta le ha dicho que no le pida
incluir la diversidad afectivo-sexual, porque es muy complicado para un centro
enfrentarse al AMPA con este tema. La
sociedad puede confundir feminismo y
lesbianismo y eso sería perjudicial para las mujeres en su conjunto, otra
respuesta para calmar conciencias (o inquietar a las que vivimos en la
diferencia).
Podríamos suponer que, además de
feminista, la directora procediera de una familia humilde, o que fuera de una
minoría étnica. Todo podría ser motivo para modificar la política funcional de
un colegio o instituto. Pero, tendríamos que esperar a que se modificara la
línea educativa de un centro sí, y solo
sí, la directora fuera feminista, gitana, discapacitada, lesbiana,
progresista y por lo tanto se sintiera
aludida en la discriminación para fomentar políticas educativas
que atiendan a la verdadera diversidad. ¿Y si nunca se diera esta
conjunción de factores?
Discúlpenme la ironía. Pero a
veces pienso que las profesoras y los profesores nos hemos desprendido de ese
halo de idealismo fruto de la filosofía que construyó nuestra vocación docente.
No educamos para hacer seres productivos, por lo menos no solo para esto.
Sería muy triste, ya que albergamos, en
algún lugar destacado de nuestro corazón, la posibilidad de que esos chicos y
esas chicas sean algún día seres plenamente felices. También la militancia sindical
persigue este fin con sus trabajadoras y trabajadores, pertenezcan o no a una
minoría.
