jueves, 3 de octubre de 2013

Nuestro compromiso por la integración real del alumnado

Vivir libremente la propia orientación sexual e identidad de género, y expresarlas sin temor en total libertad, son derechos humanos que no pueden cuestionarse en sociedades que consideran que han alcanzado un nivel de ciudadanía aceptable y que, además, como en el caso de España, presentan leyes, a priori, no discriminatorias por motivos de índole sexual.
  Sin embargo, como sabemos, la discriminación homófona o transfóbica es una cuestión cotidiana en nuestra sociedad y, especialmente, en nuestras aulas, en las que el insulto más utilizado es “maricón” y en el que la presencia de las chicas lesbianas y chicos y chicas transexuales es prácticamente inexistente, siendo la invisibilidad otra forma más de discriminación.
  Tal y como recogen Generelo y Pichardo (2006), aunque hay similitudes entre la homofobia y otras formas de discriminación, también hay diferencias claras que exigen el compromiso activo de los docentes, porque mientras que en una discriminación racial, por ejemplo, el alumno o alumna cuenta con el apoyo de su entorno familiar, en la homofobia y transfobia, la familia suele desaparecer como elemento de apoyo, o incluso, el miedo a que lo sepan los padres se convierte en el principal factor que obliga a guardar silencio ante el maltrato y la discriminación.
   Señala Amnistía Internacional que una de las principales armas utilizadas para llevar a cabo un tipo de violencia es el propio ocultamiento y la negación de la existencia de personas homosexuales y transexuales, así como la atribución de que las relaciones homosexuales y sus modos de expresión son algo perverso y vergonzoso. De este modo, desde el sistema educativo, que se presupone consciente y defensor de la diversidad de su alumnado, se debe ofrecer a los adolescentes LGTB modelos positivos y directos con los que pueda identificarse en su proceso de desarrollo personal, que es justamente uno de los objetivos básicos de la Educación Secundaria., el desarrollo integral y autónomo del alumnado.
La realidad homosexual es una constante tanto dentro como fuera de las aulas y los profesionales de la educación tenemos la obligación de informar y dar herramientas de análisis crítico acerca de la realidad que rodea a nuestros adolescentes, con el objetivo  de convertirlos en ciudadanos que, a partir del conocimiento, sean capaces de vivir e integrarse en una sociedad múltiple y cambiante.

                                                                                  Entendiendo a Guille y a Mina
                                                                             Belén de la Rosa Rodríguez (Coord.)
                                                             Belén Molinuelo. Jesús Sevillano y Ana Castellón

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