sábado, 12 de noviembre de 2016

Tomboy, la identidad sexual en la infancia

La reciente Ley de igualdad social LGTTBI es el motivo del ciclo Cine y emociones de este curso. Creemos necesaria una reflexión a nivel institucional y social para ampliar el concepto de diversidad, alejando el enfoque clínico en Educación y acercándolo hacia una idea más inclusividad y humanista.


'Tomboy' podría traducirse como 'marimacho' o 'machona' en referencia a una chica poco femenina. La palabra también se forma de 'boy', chico en inglés, y jugando con las letras puede formarse 'toy' o juguete. Tomboy es la historia de una niña, Laure, que finge ser un chico llamado Michaël ante sus nuevos amigos. Laure está a punto de empezar quinto de primaria en una nueva escuela y sus padres se han mudado a una nueva casa. Bajo la apariencia de un cine austero y hermético, la película se convierte en un título mayor que trata la duda no ya sexual sino identitaria. Tomboy no es la historia de un cuerpo sino de un alma encerrada en un cuerpo. Tomboy habla de la necesidad de eliminar los prejuicios y las ideas preconcebidas que desde pequeños aplicamos a las diferentes posibilidades genéticas (ser hombre o mujer). Es un error asociar el color azul a lo masculino y el rosa a lo femenino, es un error distinguir unos juguetes para ellos de otros para ellas, y es una tontería que a cada sexo se le atribuyan unos comportamientos, modos de actuación o formas de hablar. En una escena enternecedora y reveladora, Laure esconde el tubo de plastilina que utiliza para simular el pene que no tiene en la misma caja donde guarda sus dientes de leche: el objeto que sustituye aquella parte física de la que carece es parte de su ser, de su sentir, de su forma de ver la vida, de relacionarse, de entender el mundo, y por eso lo deja junto a aquellos dientes que en su día fueron parte de su anatomía. La cineasta Céline Sciamma propone un juego constante con el concepto de género, presentando escenas típicamente masculinas o femeninas en las que el/la protagonista intenta imponer no la persona que indica su carnet de identidad sino el ser que quiere ser. La película queda descrita como un viaje a un nuevo escenario que metafóricamente es el viaje hacia un nuevo 'estado'. Tomboy es la crónica de una mentira que es un juego de niños, pero que atañe a una realidad muchísimo más seria que empezará en el momento que Laure inicie su etapa escolar. De hecho, no es casualidad que la película empiece en una esfera infantil y acabe incumbiendo a los padres. Lo que Tomboy no nos enseña es el pueblo o ciudad, la civilización y la sociedad al fin y al cabo: Laure deberá luchar siempre por defender quién es verdaderamente, porque uno es aquello que quiere o siente que es, y porque las hormonas de Laure no tardarán en abandonar la inocencia de la infancia

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